Desde la asociación se lamenta el vandalismo que sufre la isla de las Palomas

Desde Mellaria se ha expresado la satisfacción por la reciente declaración de bien de interés cultural para todas las edificaciones históricas de la isla de las Palomas. Con esta decisión de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se viene a satisfacer la petición que hizo Mellaria en el año 2003.
En aquel año Mellaria pidió que se incluyeran en el catálogo de bienes culturales el castillo de Santa Catalina y el complejo fortificado de la Isla. A día de hoy estos monumentos ya se encuentran inscritos en el catálogo andaluz de monumentos históricos, lo que significa que tienen la máxima protección legal.
El sistema defensivo de la isla de las Palomas contiene elementos de los siglos XVIII, XIX y XX, a los que se unen construcciones más antiguas, como el actual faro que se encuentra en una torre almenara del siglo XVI.
Para Mellaria esta catalogación no es más que un paso para salvaguardar los numerosos bienes culturales de la Isla. Por esta razón la asociación de defensa del patrimonio cultural vuelve a plantear el futuro de este excepcional enclave y lamenta que las autoridades competentes de la Junta de Andalucía y del Parque Natural del Estrecho hayan abandonado estos monumentos, que no reciben ningún cuidado y que están sufriendo una degradación paulatina, sin que nadie ponga ningún remedio.
Mellaria lamenta los últimos actos de vandalismo que han sufrido algunas construcciones históricas de la Isla en días pasados. Estas acciones salvajes la han sufrido construcciones pertenecientes al comienzo del siglo XIX que están situadas a poniente de la Isla, donde han aparecido pintadas en sus muros.
Este gamberrismo no es nuevo en la isla de las Palomas, que desde la salida de los militares no ha hecho más que degradarse y en bastantes casos de forma irreversible.
Mellaria no puede aceptar la indiferencia de las autoridades ante el futuro de los bienes culturales de la Isla. Por esto, y una vez más, exige tanto al Parque Natural del Estrecho, como a la Consejería de Cultura y al Ayuntamiento tarifeño que cesen en su indiferencia y tomen alguna decisión, que según Mellaria debe pasar por implicar al mayor número de entidades, entre ellas el gobierno de España y la Unión Europea.